29 septiembre 2011

Malas tierras


Me encantan las citas literarias. Yo creo que a todos los filólogos nos entusiasman. A mí me gustan especialmente las que provienen de la cultura clásica (desde los primeros años de instituto supe que me quería dedicar a la docencia, pero me costó mucho decidir si quería ser profesor de Lengua o de Latín). Estos días me he acordado de una cita de Marco Tulio Cicerón que dice así:

La honradez es siempre digna de elogio, aun cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.

No conozco a Nadia Saffouri de nada, pero me siento tremendamente orgulloso de ella. Me emociona tener compañeros en mi gremio con ese amor por la enseñanza y ese respeto infinito hacia los alumnos que ella ha demostrado. Por no hablar de su valentía y su honestidad a la hora de afrontar una situación lamentable y surrealista que ni ella, ni los miles de profesores de la Comunidad de Madrid merecen y están padeciendo.

La Consejería de Educación y el gobierno de la CM están basureando la labor del profesorado que trabaja en centros públicos con una inquina que resulta escalofriante. Cientos de profesores tendrán que impartir este curso materias que no dominan o que, sencillamente, les son absolutamente ajenas. A mí me apasiona el Latín y la Historia, pero si tuviera que impartir esas materias, por mucha ilusion y empeño que pusiera, jamás podría hacerlo como un especialista en ellas. Y creo que los alumnos se merecen esa especialización en sus profesores. La Consejera de Educación, por lo visto, no piensa igual. Públicamente se llena la boca diciendo que ningún profesor va a impartir una materia que no domine perfectamente. En la práctica, todos los profesores que están trabajando en los centros (y los que aún no hemos trabajado pero hablamos habitualmente con compañeros) sabemos que eso es mentira. Está pasando, y no de manera excepcional, tristemente.

Hace unos días leía en el Foro de la Sur: ¿Qué pasa con las adjudicaciones para los funcionarios en expectativa que muchos de ellos salen llorando de la citación? Pues pasa eso. Que tiene que dar mucha rabia (después de haber aprobado una oposición durísima como es ésta) que te obliguen y te coaccionen a aceptar sustituciones, puestos voluntarios, plazas compartidas o la imposición de impartir un idioma cuando no sabes conjugar un solo verbo del mismo.

Repito: no conozco a Nadia de nada. Pero me identifico totalmente con ella y me gustaría darle las gracias desde aquí. Con profesores como Nadia, con la decisión, la fuerza y la ilusión que ha demostrado por realizar bien su trabajo en las peores condiciones posibles, la Educación Pública no podrá ser jamás destruida por ningún político.

Espero que sea feliz en su nuevo destino. Intuyo que sus nuevos alumnos lo serán con ella.




27 septiembre 2011

La privatización de la educación pública madrileña




Ya he comentado en algún otro artículo del blog que el pretexto en el que la Comunidad de Madrid y la Consejería de Educación basan los recortes educativos en centros públicos es completamente falso. Es una mentira sin matices de ninguna clase. “Necesitamos ahorrar 80 millones de euros” ha dicho Lucía Figar. Pero olvidó puntualizar que esa cantidad solamente saldría del presupuesto destinado a los centros públicos (además de cargarle la factura del recorte de plantilla a las arcas del INEM, con lo cual, el ahorro es discutible). Ha olvidado también explicar por qué los recortes no afectan a la educación concertada o privada, ni a otras partidas presupuestarias (como los sueldos de los asesores o cargos directivos de la Consejería; no han caído en lo de predicar con el ejemplo, supongo). Tampoco Lucía Figar barajó siquiera la posibilidad de reunirse con los propios centros y estudiar un plan de ahorro con los equipos directivos. Era mejor meter el tijeretazo y devaluar un poco más un sistema educativo (el público) al que el gobierno de la CM detesta. Otro paso más en su objetivo final de marginarlo y reducirlo a minorías, mientras, por supuesto, se promociona y subvenciona el otro modelo, el que no es gratuito, el que se puede gestionar de manera empresarial.

Y es que la Educación es un bocado muy apetitoso para las empresas. Es un mercado que aún se puede explotar muchísimo más y, en estos momentos de sequía, resulta verdaderamente jugosa esa opción. Son cientos de miles de potenciales clientes. Hay negocio para muchas empresas y, algunas de ellas ya están invadiendo las aulas públicas como la fundación Empieza por Educar o planes de externalización encubiertos, como el Plan Refuerza. Y eso es solo el principio. En estos días han aparecido diversos anuncios en medios escritos en los que empresas de servicios y de trabajo temporal demandaban profesores para encargarse de refuerzos y clases de apoyo en centros públicos. Esas horas, por supuesto, les han sido arrebatadas a los profesores e interinos que las venían realizando. Tal es el nivel de obscenidad en este sentido que la Consejería ha contratado a profesores de la Fundación de la familia Botín que mencionaba antes (Empieza por Educar) y a profesores foráneos para ocupar vacantes en centros públicos, cuando cientos de funcionarios en expectativa están siendo obligados a aceptar sustituciones y bajas por enfermedad de otros compañeros para poder trabajar este curso. La Consejería ha aprobado recientemente una serie de subvenciones para los refuerzos y apoyos en centros concertados y privados. Mientras, en los públicos, se eliminan o se venden al mejor postor.

Si todo esto fuera únicamente por dinero (no por ahorrárselo a las arcas públicas, como argumenta Lucía Figar, sino para que se lo lleven algunas empresas), ya sería escandaloso. Pero no es solo cuestión monetaria. Hay algo más. ¿Por qué a un gobierno conservador y de corte neoliberal le interesa que la Educación esté gestionada por empresas privadas y fundaciones católicas? Es una pregunta retórica, evidentemente. Otra: ¿Qué valores se deben inculcar a un niño en la escuela? Y no hablo de valores políticos, en absoluto. Hablo de valores morales y transversales (esos en los que tanto incide la Ley Orgánica de Educación). ¿La pluralidad, la diversidad de ideas, el esfuerzo, la superación, la libertad? ¿O la segregación, la uniformidad, el conservadurismo y el valor diferenciador de la riqueza? ¿Es mejor la educación que cuesta dinero y excluye a un tipo de alumnado con necesidades educativas o la que es gratuita para todos y defiende esa diversidad como una máxima indiscutible?

El gobierno de Esperanza Aguirre, desde que ella es presidenta, ha conseguido que la educación pública haya igualado prácticamente su número de alumnos con la concertada/privada. Es una cifra que viene cayendo en picado y, de seguir esta progresión, al término de su mandato se estima que menos del 30-35% de alumnos estarán escolarizados en un centro público. Ella siempre habla de “igualdad de oportunidades”. Que las familias elijan la mejor opción de las dos. Pero juega con cartas marcadas. Los barrios y distritos de Madrid y sus localidades se las ven y se las desean para conseguir que se levante un centro público. Han de esperar años y años para la concesión, recoger firmas en la mayoría de los casos y recurrir casi a la súplica para que la Consejería les atienda. Sin embargo, los concertados y privados brotan como gotas de agua en la lluvia; y muchos de ellos, edificados sobre suelo público negado previamente para ese fin.

Hace unos días, la propia Esperanza Aguirre (con esa incontinencia verbal que la caracteriza y que tan poca gracia le hizo en esta ocasión a Mariano Rajoy), destapó sus cartas al reconocer públicamente que, quizás, habría que replantearse la gratuidad de los tramos educativos no obligatorios. Con lo cual, después de haber privatizado las escuelas infantiles, de haber comenzado la privatización de la Formación Profesional (imitando el modelo alemán que tanto ha elogiado la Presidenta), el próximo objetivo es, claramente, la privatización del Bachillerato.

Todo este entramado ideológico se puede camuflar como se quiera. Y se puede aprovechar la crisis como excusa. Pero no somos tontos. Desde el momento en el que los recortes solo se producen en la Educación Pública mientas que, al mismo tiempo y para mayor cinismo, se subvenciona y promociona el otro modelo no gratuito, ¿quién va a ser tan estúpido de creerse que esto es un problema puramente económico? La Consejería de Educación de la CM lo que quiere es desprestigiar por completo a la pública para propiciar el trasvase a la concertada y privada. Por eso ha organizado el caos que reina actualmente en los centros públicos debido a unos recortes imposibles de asumir con una plantilla diezmada y por eso sigue criminalizando a los profesores. El plan de Esperanza Aguirre y Lucía Figar es clarísimo: Desmantelemos la pública. Hagamos que sea un caos, un desastre. Pongamos a los profesores en contra de los padres y de toda la sociedad. Y luego, en esa vorágine de odio y recelo hacia ellos y el modelo que representan, ofrezcamos la calidad y la excelencia de los centros privados y concertados. Esa es la idea. Pero se olvidan de una cosa: no todos los padres creen en el modelo de educación clasista que quiere imponer la CM. Muchos siguen creyendo en la verdadera igualdad de oportunidades que ofrece el modelo público. Y así lo están demostrando en las Asambleas, en la AMPAS y en la calle junto a los profesores.

Cada vez más gente, más ciudadanos y padres, saben que los profesores de Madrid no están luchando ni se están manifestando por trabajar menos o cobrar más. No hay ni una sola reivindicación económica en sus manifiestos, ni una. Están luchando para evitar la destrucción de la Educación Pública, para detener la privatización que ya ha comenzado en los centros públicos. Están luchando por un modelo educativo libre, igualitario y plural. De todos y para todos.

De ahí el odio que despierta esa noble lucha en el gobierno de la CM y en la Consejería. De ahí esos ataques directos a la profesionalidad de los docentes. De ahí los insultos. Porque no es cuestión de dinero, ni siquiera de derechos laborales exclusivamente. Es, sobre todo, una cuestión de idearios completamente opuestos: el que defiende la máxima igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, y el que apuesta por limitar esas oportunidades para aquellos que puedan pagarlas exclusivamente. Con todas las dudas en cuanto a la calidad y todo el negocio que este segundo modelo conlleva.




23 septiembre 2011

Difama, que algo queda


Una de las cosas que más ha escocido y sigue escociendo al colectivo de docentes de la Comunidad de Madrid en toda esta crisis educativa es la actitud insultante y vejatoria de la Administración (en concreto, de la Presidenta y de la Consejera). También de sus medios afines: esos periodistas y colaboradores de televisiones, radios y periódicos que todos conocemos, cuya labor propagandística atenta contra cualquier objetividad y roza, en muchas ocasiones, los límites morales que un profesional de la información debería respetar siempre. Sabemos que todo responde a una misma estrategia (orquestada desde arriba) y que tiene como finalidad el desprestigio absoluto y la criminalización del profesorado de la Pública. Jamás se escuchará en estos medios o en las voces de Esperanza Aguirre y Lucía Figar una crítica a la escuela privada, claro está.

Uno de los últimos insultos que un periodista de Intereconomía dirigió a los profesores fue hace 2 o 3 días. Este "señor" se permitió el lujo (al comentar la manifestación del día 20) de calificar a los docentes que estaban allí ejerciendo su derecho a huelga con palabras tales como payaso, gilipollas, tonto o idiota; y lo hizo, además, con una violencia sencillamente espeluznante:
  



Este mismo "caballero" (Eduardo García Serrano se llama) fue el que no hace tanto, protagonizó uno de los momentos más desagradables de la historia de la televisión insultando gravísimamente a la Consejera de Sanidad de Catalunya. La acusó de proxenetismo, de incitar a los menores a prácticas sexuales aberrantes y la llamó guarra, puerca y zorra repugnante:




Yo ya estoy harto de que me insulten. No creo que sea justo. Nosotros, los profesores (incluso los que estamos en el paro) tenemos el mismo derecho a defender y denunciar nuestra situación laboral que el resto de trabajadores. Y no merecemos una campaña de difamación como ésta; y mucho menos que esa campaña esté alentada y protagonizada en primera persona por la Presidenta de la CM y por la Consejera de Educación. Esto último es lo más grave y lo que más dolor está provocando a todo el colectivo. Un dolor que, evidentemente, se está transformando en ganas de luchar, de manifestarse y de secundar las huelgas. Pero aún así, no es de recibo y no estamos dispuestos a admitirlo.

Al fin y al cabo, que nos ataquen Eduardo García Serrano, César Vidal o Salvador Sostres, pues es casi un honor. Cualquier crítica que salga de personajes tan retrógrados como ellos, yo me lo tomo como un cumplido. Si hablasen bien de nosotros, me preocuparía, la verdad. Eso sí, el insulto y la violencia verbal que emplean en sus opiniones y los descalificativos plagados de odio, resultan de lo más humillante y doloroso. Se puede opinar y criticar sin caer tan bajo, creo yo.

Pero lo que es inaceptable absolutamente (por ser cargos públicos al servicio de todos los ciudadanos, también de los profesores) es lo de Esperanza Aguirre y Lucía Figar. Llevan 3 meses difamando y denigrando al profesorado. Vagos, insolidarios, manipuladores, irresponsables o violentos son algunos de los calificativos que repiten constantemente. La Consejera, incluso, llegó a decir que los profesores que acudíamos a las manifestaciones éramos los mismos que pegaban a los peregrinos. Les hemos pedido que se retracten públicamente (incluso se han recogido firmas a través de iniciativas como ésta), pero la campaña de difamación parece no tener fin. Una cosa es llevar a cabo recortes contra un colectivo y tratar de disculparlos o de camuflarlos; y otra muy distinta es, para argumentar esos recortes, insultar a ese colectivo tratando de poner a la sociedad en su contra. Eso es jugar muy sucio.

Las preguntas que nos hacemos los 20.000 profesores afectados por esa campaña tan ruin, es la siguiente: ¿Los trabajadores de un organismo público tienen que admitir que sus propios dirigentes difamen su imagen y desprestigien su labor de esta manera? ¿Es justo eso? ¿No hay nada que nos ampare ante este ataque?

Pues bueno, sí que lo hay. Y no me refiero únicamente al Código Penal que tipifica claramente los delitos contra el honor o al artículo 18 de la Constitución que dice: Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Ni siquiera me voy a extender demasiado con la Ley Orgániza 10/1995 de 23 de noviembre que recoge los siguientes artículos:

  • Artículo 205: Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
  • Artículo 208: Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación. Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves. Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán graves, salvo cuando se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
  • Artículo 211: La calumnia y la injuria se reputarán hechas con publicidad cuando se propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro medio de eficacia semejante.

¿Es una calumnia decir que un movimiento asambleario de profesores surgido a principios de julio está dirigido políticamente por un partido? ¿Es una injuria pública llamarnos vagos, violentos o irresponsables?

Con todo y con eso, ni siquiera nos haría falta recurrir a la legislación civil o penal. La propia Presidenta de la Comunidad de Madrid siempre se ha mostrado satisfecha y orgullosa de aprobar la Ley 2/2010, de 15 de junio, de Autoridad del Profesor. Veamos qué dice esta ley:

  • Artículo 1: La presente Ley tiene por objeto reconocer y reforzar la autoridad del profesor y fomentar la consideración y el respeto que le son debidos en el ejercicio de sus funciones y responsabilidades, con el fin de mejorar la calidad del sistema educativo y garantizar el derecho a la educación.
  • Artículo 3c) Principios generales: La consideración de la función docente como factor esencial de la calidad de la enseñanza.
  • Artículo 4b) El profesor, en el desempeño de su función docente, gozará de un clima de orden, disciplina y respeto a sus derechos en el ejercicio de la función docente.
  • Artículo 4c) El profesor, en el desempeño de su función docente, gozará del apoyo por parte de la Administración educativa, que velará para que el profesorado reciba el trato, la consideración y el respeto que le corresponden conforme a la importancia social de la tarea que desempeña. A tal fin la Administración realizará campañas que aumenten su consideración y su prestigio social.

¿Cómo se puede firmar esta ley de Autoridad del Profesor y, al mismo tiempo, emprender una brutal campaña de detracción, insultos y desprestigio social hacia el profesorado? ¿Por qué esta criminalización de los profesores de la Pública? ¿El respeto a estas leyes es para todos o los Consejeros de Educación y los Presidentes de comunidades autónomas están exentos de cumplirlas?

Simplemente somos profesores que luchamos por nuestros derechos, por el futuro de nuestros alumnos y por evitar el desmantelamiento y la privatización de la Educación Pública. No somos delincuentes y exigimos el respeto que merecemos. La Presidenta de la CM y la Consejera de Educación nos deben, como mínimo, una disculpa pública.


22 septiembre 2011

Unidad didáctica: Instrucciones, horarios, leyes y caos


OBJETIVOS DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:
  • Demostrar que las Instrucciones de principio de curso (presentadas con nocturnidad y alevosía) por la Consejería de Educación imposibilitan el funcionamiento y la correcta organización de todos los centros de Educación Secundaria.
  • Explicar que, con los salvajes recortes en los cupos de los centros, los horarios no pueden confeccionarse sin vulnerar la normativa vigente: Orden de 29 de junio de 1994.
  • Constatar la indefensión jurídica en la que la Consejería, con estas decisiones, ha dejado a los equipos directivos y a los Inspectores de Educación.

______________________


CONTENIDOS DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:

  • Las Instrucciones del curso 2011 - 12.
  • La normativa que regula los horarios de los centros de Secundaria.
  • Situación actual en los centros.
  • Indefensión de los equipos directivos y los inspectores.
  • Reclamaciones.

______________________


EXPLICACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:

La intención de esta Unidad Didáctica no es otra que explicar de una forma clara y detallada cómo las Instrucciones de principio de curso enviadas por la Consejería de Educación a los centros (sin ningún tipo de negociación o aviso previo), y que suponen un recorte en los cupos de profesores de en torno al 12-15%, han llevado a los institutos a una situación caótica en la que es materialmente imposible organizar los horarios y el reparto de materias sin entrar en contradicción con la legalidad vigente. Prueba de ello es que, a día de hoy, todavía hay funcionarios de carrera sin destino y otros muchos realizando sustituciones ante la imposibilidad de encontrarles "acomodo" en ningún centro con una vacante. Prueba de ello también, es la enorme cantidad de horas afines que casi todos los profesores van a tener que realizar este curso; algunas de esas afines, impuestas a estos funcionarios en expectativa sin tener un dominio grande de la materia. Y prueba de ello, además, es que con el recorte de cupos y la generalización de la excepcionalidad que marca la ley para casos muy concretos de aumento de carga lectiva, la gran mayoría de horarios entregados a los profesores superan el límite que marca la normativa vigente, que es clarísima, por cierto.

Pero vayamos por partes. El plan de la Consejería era el siguiente:

Por una parte, deshacerse de la mayoría de contratos interinos. Dejar esta posibilidad casi exclusivamente para casos de extrema urgencia: sustituciones durante el curso ante las inevitables bajas de los funcionarios titulares. ¿Por qué contratar a un número de interinos relativamente amplio en septiembre y pagarles un curso completo? ¿Hay alguna forma de evitar eso? A alguien en la Consejería se le ocurrió la solución: aumentar las horas lectivas a la plantilla fija (ya que la ley permite esa posibilidad, siempre que se tengan en cuenta una serie de condiciones), puesto que esa carga lectiva es la que marca los cupos. Tantas horas lectivas, tantos profesores. Una simple operación matemática. Si los funcionarios se pueden repartir las horas que hacían los interinos, la cuenta sale redonda. Como eso no les daba una cifra suficiente (ya que el año pasado muchos profesores ya teníamos 19 horas lectivas), van más allá: ¿Por qué no llevar los ratios al máximo? Otra cuenta redonda: cuantos más alumnos haya en un grupo, menos profesores se necesitan. Por lo tanto, fuera desdobles, fuera refuerzos y agrupaciones flexibles para alumnos con necesidades educativas especiales. Ya casi se habían cargado las Aulas de enlace y los planes de Compensatoria, así que los números empiezan a cuadrar. Alrededor de 3000 contrataciones menos, 80 millones de euros. Como vamos a ingresar 90 millones menos por las desgravaciones que le hemos regalado a la escuela privada, justo. Una cosa por otra.

¿Qué pasa si los profesores se quejan de estos recortes? Pues, sencillo: la culpa es de la crisis. ¿Y si siguen protestando? Pues lanzamos una campaña de desprestigio y criminalización con la que no van a poder: ponen el grito en el cielo porque no quieren trabajar 2 horitas de más. Lo principal es desviar la atención del verdadero problema: se están desmantelando, poco a poco, los recursos materiales y humanos de la Educación Pública, mientras se potencia y prestigia a la Privada. Además, los profesores de ésta no protestan ni se ponen en huelga, sopena de ser despedidos, claro está.

El plan parecía perfecto. Pero tenía sus lagunillas...

La primera laguna es algo que la Consejería no esperaba: la unión de todo el profesorado, las AMPAS, los padres y los alumnos de la pública para defender el modelo de Educación que es el más plural y el más libre que existe en nuestro país. Tanta asamblea, tanta fuerza, tanta gente harta del ninguneo al profesorado, las dichosas redes sociales... Bueno, habrá que sacar toda la artillería: insultos, mentiras y difamaciones, no sólo de los medios afines al gobierno de la CM, sino de la propia Presidenta y de la Consejera de Educación. Vagos, violentos, sindicalistas, los de la ceja... Todo vale con tal de desprestigiar a los profesores. Se están convirtiendo en un molesto grano en el culo.

Pero sigamos con el orden de la unidad didáctica.

¿Qué pasa realmente con los horarios? ¿Por qué las Dats se están llenando de reclamaciones? ¿Por qué hay algunos inspectores (cada día más) que se están negando a firmarlos al considerarlos ilegales? ¿Es capaz la Consejería de Educación de obligar a los centros a realizar horarios que no se ajustan a la normativa con tal de ahorrar contratos de interinos?

Por cierto, un pequeño inciso (pero muy didáctico). Los datos que hoy ha dado la Consejera de Educación sobre la contratación de interinos del año pasado, son completamente falsos. Ha dicho que el curso pasado se contrataron 1700 interinos y que éste, a estas alturas, ya van por 783 contrataciones. Es mentira. Cualquier profesor que haya seguido las listas y los llamamientos sabe que el curso pasado fueron contratados más de 4000 profesores de enseñanza media. Y, a día de hoy, se habrán contratado alrededor de 350-400 (la mitad de los que ha dicho Lucía Figar). Y de esas contrataciones, el 90% son para jornadas parciales (media jornada, un tercio, incluso un cuarto).

¿Cómo se van a contratar a 783 interinos cuando aún hay funcionarios en expectativa sin plaza? ¿Cómo se puede permitir que este curso vaya a haber cientos de funcionarios haciendo sustituciones? Las cuentas claras, por favor. Somos recortes, pero sabemos sumar.

El problema principal de los horarios es el dichoso artículo 77 de la Orden de 29 de junio de 1994. Ahí está la madre del cordero y la horma del zapato de la Consejera. Dicho artículo dice lo siguiente:

Los Profesores de Enseñanza Secundaria y los Profesores técnicos de Formación Profesional deberán impartir un mínimo de 18 períodos lectivos semanales, pudiendo llegar excepcionalmente a 21 cuando la distribución horaria del departamento lo exija y siempre dentro del mismo. La parte del horario comprendido entre los 18 y 21 períodos lectivos se compensará con las horas complementarias establecidas por la Jefatura de estudios, a razón de dos horas complementarias por cada período lectivo.

Este artículo se creó para cubrir una posible situación excepcional dada en un Departamento. Una vez repartidas todos los periodos lectivos, si sobraba alguno, un profesor podía asumirlo con la consiguiente compensación en su horario complementario (es decir, el que dedicamos a reuniones pedagógicas, tutoriales, extraescolares, guardias, patios, bibliotecas, etc). La Consejería lo que ha hecho es utilizar esa excepción y generalizarla como una norma: todos los profesores tendrán 20 periodos lectivos (luego explicaré por qué no impuso 21 periodos).

Ese aumento lectivo, como expresa el artículo 77, debe ir acompañado de 4CHL (compensación de horario lectivo); es decir, de los 27 periodos presenciales en el centro que tiene que tener obligatoriamente (y como máximo) el horario semanal de un profesor, han de reducirse 4, hasta un total de 23. ¿Qué ocurre con esto? Que los horarios, con el cupo reducido al máximo, es imposible que cumplan esas condiciones que marca la ley. Con 3 periodos complementarios por profesor, no hay forma humana de llevar a cabo las guardias, los patios y las bibliotecas de los centros. Los tutores, además, no pueden realizar ninguna guardia (pues con la reunión de departamento, la tutoría de padres y la reunión de tutores ya completan su horario). Efectivamente, el aumento lectivo provoca un recorte de cupos y menos interinos contratados... pero provoca que falten profesores para realizar todas las labores necesarias en un centro. Además, para cuadrar esos horarios al máximo, los Departamentos han tenido que "cambiar cromos" por decirlo de una manera gráfica. Un profesor de Lengua al que le faltan 4 horas, pues se las damos de Sociales; al de Sociales le faltan 2, pues le pongo un Refuerzo; no quiero desplazar a un profesor de Francés pero le faltan 8 horas, pues que dé Filosofía... Todo vale. Da igual la calidad. Lo importante es cuadrar a 20 periodos lectivos.

Así se han confeccionado los horarios de todos los centros. "Con los cupos que nos han impuesto, es imposible cuadrar los horarios. Lo hemos hecho como hemos podido y, luego, que cada profesor reclame donde tenga que reclamar. No había otra manera de hacerlo. Nos faltan profesores". Palabras de un director de un centro madrileño.

Pero es que hay más. Alguien puede pensar que esto ha sido un error de la Consejería, que no sabían las dificultades enormes que hay a la hora de elaborar los horarios. Que no pensaron que esa generalización extrema de una situación excepcional podría provocar este caos. No es así. Lo sabían. Por eso, en julio, todos los inspectores y los directores recibieron una circular de la Consejería en la que decía claramente que para este curso 2011-12, la compensación horaria por cada lectiva que supere los 18 periodos lectivos, sería de 1CHL (y no de 2, como marca la ley). De esta forma, con 20 periodos lectivos, un profesor tendrá 5 periodos complementarios y, mal que bien, al menos se podrán realizar las guardias. Con horarios ilegales, claro. Saben perfectamente que una circular o unas Instrucciones de principio de curso no pueden contravenir una norma de rango mayor (Orden de 29 de junio de 1994). Hay, además, 5 sentencias judiciales (al menos) que avalan esta premisa.

Precisamente por esto, no han llevado a cabo la excepción completa de ese artículo. Porque alguien puede pensar: metidos ya en gastos, ¿por qué no han generalizado a 21 periodos lectivos? Así se podría recortar algo más. Pues, sencillamente, porque con 21 periodos lectivos, aún aplicando su fórmula de 21 lectivas y 3 complementarias (27 - 3CHL que, como hemos dicho, vulnera la norma) los horarios seguirían sin salir.
La prueba definitiva de que los horarios impuestos por esos cupos y esas instrucciones no son correctos, la tenemos (como decía antes) en la negativa de varios inspectores a firmarlos. Pero es que, además, ayer, en una carta dirigida a la Consejera de Educación, ADIMAD (Asociación de Directores de Instituto de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid) reflejaba su queja ante esta situacion y mostraba su indefensión jurídica al respecto, instándole a Lucía Figar a que solucionara el atrolladero en el que la Consejería ha metido a los centros, a los equipos directivos y a los inspectores. Porque, lo que está claro, es que hay una ley que cumplir y, con las actuales Instrucciones, los horarios no pueden completarse con el cupo de profesores que tienen los centros. Incluso atendiendo a esa circular a la que me refería antes (la de 1 CHL por hora lectiva) los horarios actuales no permiten cubrir convenientemente las guardias, las reuniones pedagógicas y tutoriales, los patios o, algo gravísimo, las bibliotecas; por increíble que parezca, muchos centros de Secundaria se han visto obligados a cerrar su biblioteca a los alumnos por falta de recursos humanos para atenderla.

En resumen, no se trata de no querer trabajar 2 horitas más, como siguen repitiendo la Presidenta, la Consejera y los sus medios propagandísticos. Se trata de realizar bien un trabajo y de no perjudicar a los alumnos de la Pública que, para financiar las desgravaciones de la Privada, han visto como este curso se quedan sin tutorías de calidad, sin desdobles, sin optativas, sin Aulas de enlace, sin programas de Compensación Educativa, sin refuerzos, sin laboratorios, sin actividades extraescolares y culturales, sin talleres formativos y tutoriales y, el colmo, sin bibliotecas.

______________________


EVALUACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:

Acudir a cualquier instituto público de la CM y preguntar a profesores, AMPAS, padres y alumnos.


______________________

19 septiembre 2011

Encuentro digital con Lucía Figar en "El Mundo"


Esta mañana, Lucía Figar ha protagonizado un encuentro digital en el periódico El Mundo. A pesar del evidente filtrado de preguntas, la Consejera ha decidido utilizar alguna de ellas para explicar su versión de los asuntos más polémicos que están salpicando el inicio de curso. Su discurso ha sido muy parecido al de las últimas semanas: manipulador, demagogo, excesivamente rígido y aprendido (con lo falso que resulta siempre eso en un político) y, por momentos, ofensivo contra los profesores. Como he comentado en algún otro post, sigue pareciéndome increíble que la Consejera de Educación muestre siempre esa animadversión contra los docentes que, al fin y al cabo, son los trabajadores que tiene a su cargo.

Me gustaría comentar algunas respuestas y puntualizarlas.

_______________

Buenos días Sra. Figar no acabo de comprender porque la CM esta recortando profesorado en la escuela pública y, sin embargo, subvenciona los colegios concertados o privados con dinero público. Si unos padres deciden llevar a sus hijos a ese tipo de centros, deben llevarlos con todas las consecuencias y por tanto la CM debe destinar ese dinero de esas subvenciones a la escuela pública. Nuestros hijos se merecen una educación de calidad, impartida por profesores especializados en cada materia. Y el que quiera lujos que se los pague.
Buenos días. Todos los colegios concertados están sostenidos con fondos públicos en toda España, en base al régimen de concierto que existe desde la LODE de 1985. Los colegios privados no reciben ninguna subvención, al menos en la Comunidad de Madrid.

Indirectamente, los privados sí reciben apoyos económicos. Concretamente, este año, las familias que lleven a sus hijos a centros privados, podrán desgravarse 900 euros. Además, tanto los privados como los concertados (que, efectivamente están sostenidos por fondos públicos pero que, curiosamente, están dirigidos por empresas privadas o religiosas) reciben todo el apoyo mediático y publicitario de la prensa del movimiento esperanzil. Al mismo tiempo que esta misma maquinaria mediática desprestigia de manera insidiosa a los centros públicos y a sus profesores. La cuestión es: ¿Por qué este gobierno de Madrid apoya y promueve los centros concertados mientras arrincona y asfixia a los públicos? ¿Será porque están dirigidos por empresas afines a su ideología o acaso soy un malpensado? ¿Por qué hay localidades y barrios que llevan años solicitando un centro público cuya construcción es rechazada sistemáticamente por la Consejería y, de repente, instalan un concertado o un privado? No sé, no se… puede que sí, que sea demasiado malpensado…

_______________

Aún hay muchos profesores funcionarios de carrera sin asignar a una vacante (tal y como es mi caso). ¿No es esta una gestión de recursos ineficaz y poco inteligente? ¿Acaso se redactaron las nuevas instrucciones sin prever el impacto que tendría en el funcionamiento de los centros?
En la ESO no es raro que las plantillas se terminen de completar una vez comenzado el curso, debido a que hay variaciones de matrícula por los exámenes de septiembre, cambios en la elección de optativas y modalidades por parte de los alumnos etc. En estos momentos faltan cerca de 100 plazas por asignar a funcionarios; lo normal es que a Vd. le llamen hoy o mañana a más tardar.

La gran mayoría de los cupos siempre se han cerrado durante el mes de julio atendiendo, en la medida de lo posible, las peticiones de los profesores. Precisamente para terminar de cubrir esas plazas que pueden variar con el cierre de la matrícula de septiembre, se contrataba a los interinos con más experiencia en el cuerpo y mejor situados en las listas. Este año, con los recortes, no solo no se ha contratado a ningún interino sino que, a primeros de septiembre, aún había 1300 funcionarios sin destino. Muchos de esos funcionarios no tendrán plaza este curso y estarán haciendo sustituciones; otros darán clase de otra materia y, unos cuantos, aún siguen en casa sin saber dónde y cómo trabajarán.

_______________

Me gustaría saber por qué no quieren reunirse con los sindicatos para saber exactamente qué piden los profesores en lugar de especular y dar palos de ciego. No se quejan por las 2 horas lectivas más (muchos ya las daban y muchos otros ya iban a 19 el curso pasado) ni tampoco quieren una subida de sueldo. ¿Por qué no convoca ya la mesa sectorial y evita así que se perjudique a los alumnos perdiendo días de clase?
Las dos últimas veces que la Consejería ha convocado a los sindicatos, éstos han dado plantón. Confiamos en que la próxima vez que sean citados acudan a la reunión y pueda constituirse la mesa de diálogo.

En las últimas reuniones entre los sindicatos y la Consejería (desde hace años) la negociación ha sido inexistente. La Consejería no se reúne con ellos para llegar a acuerdos, sino para comunicar sus decisiones de forma unilateral. A la última cita no acudieron los sindicatos porque se les llamó únicamente para negociar los complementos retributivos que la Consejería ideó para sobornar y silenciar a los profesores. Ante la insistencia de los sindicatos de negociar, además, la situación actual de los centros y los recortes y la negativa de Lucía Figar a hacerlo, lógicamente decidieron no asistir a semejante pantomima. Bueno, no todos se negaron. ANPE sí fue (en su línea).

_______________

¿Piensa tomar alguna medida para que no se sucedan más huelgas a lo largo del curso escolar?
Las huelgas a quienes perjudican son a los alumnos y a sus familias. Confiamos en el sentido del deber y de la responsabilidad de nuestros profesores. Impartir 20 horas de clase a la semana no justifica ninguna movilización cuando en España hay 5 millones de parados.

Si esas 20 horas suponen el despido de 3500 profesores, la reducción salvaje de cupos que están provocando un caos nunca visto en los centros, la desaparición de desdobles, laboratorios, refuerzos, actividades extraescolares, orientadores, horarios ilegales, el cierre de las bibliotecas y la imposibilidad de atender con la calidad necesaria a los alumnos en general y, en especial, a los que tienen necesidades educativas especiales… sí está justificada la movilización. Es más, no movilizarse ante esta situación sería una irresponsabilidad por nuestra parte. Y, por cierto, Lucía Figar (Consejera también de Empleo, recordemos) está contribuyendo enormemente a aumentar esos millones de parados que tanto cita. De momento, en 14 meses, ha mandado al paro a más de 7000 docentes entre todos los cuerpos educativos.

_______________

Buenos días Consjera. ¿Puede usted garantizar que ningún profesor va a impartir una asignatura de la que no sea profesor titular? Muchas gracias.
Buenos días. La Inspección esta acudiendo a los institutos estos días para asegurar que ningún profesor impartirá una materia para lo que no tenga preparación. Allí donde se detecte alguna anomalía, se corregirá inmediatamente.

Como bien sabemos, de momento, hay cientos de casos (al menos) en los que no se está cumpliendo esto. Si en los próximos días no se corrige esta situación, tendremos todo el derecho del mundo a decir que Lucía Figar ha faltado a su palabra.

_______________

Buenos días, señora Figar, un placer conversar con usted. Al ampliar horas y disminuir profesorado los institutos se encuentran con que no hay personal para realizar desdobles. Usted ha asegurado que se enviará personal para evitar esto pero ¿qué va a suceder si todos los institutos de la Comunidad (que han sufrido al menos el recorte de 10 a 12 profesores de media) les solicitan personal? Gracias por su atención.
Buenos días. Los inspectores también tienen el encargo de verificar que los horarios están bien elaborados, de manera que se cumplen las medidas de refuerzo y apoyo a los alumnos previstas en la normativa. A día de hoy ya tenemos el informe favorable de 91 institutos: 35 de Madrid capital, 6 de la zona norte, 19 de la zona sur, 15 de la zona este y 16 de la zona oeste.

Idem. Palabras de un director de un centro a un compañero hace unos días cuando éste le comentó que la mayoría de horarios que se están confeccionando en todos los centros no se ajustaban a la legalidad: “Lo sabemos. Pero es que con el cupo que nos ha dejado la Consejería, no podemos hacerlo de otra manera, es imposible, porque no saldrían ni las horas lectivas. Así que, solo podemos hacer los horarios así y que luego, cada profesor, reclame donde tenga que reclamar”. Nos consta que muchos directores siguen llamando insistentemente a las Dats solicitando más personal. Eso sí, los desdobles, refuerzos, la atención a la diversidad en un mínimo de excelencia y otros muchos recursos, no se van a aplicar en la gran mayoría de los centros.

_______________

Estimada Sra. Figar, en diciembre de 2010 se implantó una desgravación fiscal de 900 euros por hijo por gastos de escolarización para quien utilice el sistema privado de enseñanza que, según parece, cuesta del orden de 80 millones de euros a la Comunidad de Madrid. Esta cantidad es muy similar a la que pretenden ahorrar con los recortes. Por favor, ¿podría explicar por qué se decidió recortar de la pública en lugar de eliminar esta desgravación fiscal que beneficia a quien puede pagar lo privado? ¿No sería más justo eliminar la desgravación? Muchas gracias por la respuesta.
Está Vd. mal informado. Comprendo que la manipulación socialista sobre este asunto haya podido confundirle. La desgravación por gastos escolares, de uniforme y clases de idiomas es para todas las familias, lleven a sus hijos a la escuela pública, concertada o privada. Solamente se excluye de esa desgravación a las rentas altas.

O sea que las familias de la privada pueden desgravarse 900 euros, pero las familias de la pública pueden desgravarse los uniformes de sus hijos… ¿Cuántos centros públicos exigen uniforme? Sin comentarios.

_______________

¿Cree que se trata de una huelga política?
Sin duda. Sólo se han convocado huelgas en las comunidades gobernadas por el PP, cuando por ejemplo Andalucía ha aumentado las horas lectivas de sus docentes hasta 20 y 21 horas semanales, según ha denunciado CCOO. Son movilizaciones políticas alentadas por Rubalcaba y el movimiento de indignados del 15M, y que sólo se entienden en un contexto electoral.

Esta respuesta, simplemente, es indigna y despreciable. He asistido al nacimiento de esta protesta desde las redes sociales (hace ya 3 meses). He estado en todas las asambleas públicas y en varias movilizaciones y jamás he visto, leído o escuchado una consigna política. De hecho, como profesor, me he sentido bastante desamparado por todas las fuerzas políticas en esta situación. Y aún me siento así. En cuanto al 15M, el desprecio y el clasismo con el que habla Lucía Figar de ese movimiento, me parece nauseabundo. Pero es que si, además, lo hace de una forma tan equivocada como es este caso, resulta ridículo. Cuando un político ve fantasmas donde no los hay, es que está empezando a perder los papeles. Esta es una movilización espontánea protagonizada por los docentes y las familias de la Pública, surgida ante la injusticia y la rabia que provocaron los recortes y el despido de compañeros. Ese es el poder de todo esto y eso es algo que no podrán destruir ni la Consejera, ni la Presidenta o el Sursum Corda.

_______________


17 septiembre 2011

Afines, horarios y otros desastres





El gobierno de la Comunidad de Madrid, en su afán por asfixiar la Educación Pública y desprestigiarla frente a las opciones educativas concertada y privada (que son las que quieren potenciar exclusivamente), está permitiendo (y apoyando) algunas decisiones de la Consejería de Educación que resultan difícilmente explicables desde el punto de vista moral y legal, incluso.

A uno le da por pensar que no solo están buscando el ahorro económico del que siempre hablan en estos recortes de plantilla, ya que ese ahorro, en realidad, no es tal. 80 millones de euros es la cifra que Lucía Figar admitió que pretendían ahorrar con estas medidas; pero, no explicó que la gran mayoría de profesores que no van a trabajar este curso, pasarán a engrosar las listas del INEM. Con lo cual, ahorras 80 millones por un lado, pero le endosas una enorme deuda a las arcas de la Seguridad Social por otro. Además de crear, de golpe y porrazo, 3000 o 4000 desempleados más en un único colectivo profesional. La jugada es de lince. Pero es que, para más inri, no olvidemos que Lucía Figar es Consejera de Educación... y Empleo

Difícil hacerlo peor en dos departamentos al mismo tiempo.

Si a esto, le añadimos lo que comentaba en el primer post: que, por otro lado, se va a favorecer a los padres de alumnos de centros privados con 90 millones de euros en desgravación de impuestos, el asunto ya resulta feo de verdad.

Pero no queda ahí la cosa. Como decía al principio, en ese afán por desmantelar los centros públicos, la Consejería está imponiendo en los institutos madrileños una serie de medidas que hacen literalmente imposible el funcionamiento correcto de todos ellos. Dos aspectos fundamentales se llevan la palma en este sentido: la ilegalidad de la mayoría de horarios que están aplicando al profesorado y la coacción a la hora de impartir materias de especialidades que poco o nada tienen que ver con la propia o con al ámbito de las afines.

En cuanto al horario, no me voy a extender mucho aquí (podéis leerlo de forma más exacta en los enlaces que dejo a continuación). Pero, básicamente, la situación es esta: la Administración interpreta de forma torticera (utilizo este adjetivo porque es el que han utilizado algunos Inspectores de Educación) la Orden de 19 de junio de 1994, en el sentido de que no se están aplicando correctamente los periodos de compensación por aumento lectivo que marca la ley. Podéis leerlo aquí:

Tabla de horarios según marca la normativa vigente (Orden de 29 de junio de 1994). 

Con respecto a las materias afines, el caos está siendo la norma general. Las Dats son una auténtica locura desde hace semana y media. Con los recortes (y la interpretación torticera, insisto, de los horarios), ha empezado el curso con 600 funcionarios de carrera sin destino aún. La desesperación de la Administración por intentar "colocarles" como sea, ha llegado a la situación siguiente:
  • Se están dando puestos voluntarios a estos funcionarios en expectativa (con el consiguiente perjuicio a los interinos que los solicitaron en tiempo y forma). De tal manera que hay funcionarios a los que se está obligando a aceptar vacantes en Compensatoria, en Adultos, en PCPI... Y recordemos que este tipo de plazas son de elección voluntaria.
  • Como aún así no hay vacantes suficientes, se están agrupando jornadas parciales en centros distintos (y algunos no demasiado cercanos) con tal de conseguir una jornada completa. Este tipo de plazas también deberían ser ofrecidas a los interinos, pues al igual que las anteriores, son voluntarias. Una cosa es una plaza itinerante (03), que sí se ofrecían siempre a los funcionarios en la adjudicación de principio de curso, y otra muy distinta es "pegar" 2 jornadas parciales (04) para salir del paso. Eso es una chapuza se mire como se mire.
  • Pero es que, además, se está dando la circunstancia de que algunos funcionarios, están siendo obligados a aceptar sustituciones temporales. Como lo leen. Si esto no es un maltrato y un desprestigio del funcionariado docente, no sé qué puede serlo. Y, nuevamente, los perjudicados colaterales son los interinos (que son los que deben hacer las sustituciones, lógicamente).
  • Pero, con todo, lo más escandaloso es lo de las afines. El otro día, en un programa de radio, Mariano Rajoy dijo que ningún profesor madrileño impartiría una materia que no fuera la suya o para la que no esté perfectamente preparado. Esperanza Aguirre, en una vuelta de tuerca más, amenazó a los profesores que dieran materias que no fueran las suyas con expedientarlos (en una muestra de cinismo alucinante, pues sabe perfectamente que estos profesores están siendo obligados por la Administración a aceptar esas afines). Lucía Figar sigue negando esta situación e insiste en que es una invención de los profesores. Pues bien, aquí hay algunos ejemplos bastante esclarecedores de quién dice la verdad y quien miente.

Así está el patio. Este curso, los alumnos que tengan un profesor de Lengua, de Matemáticas o de Inglés que realmente hayan estudiado Lengua, Matemáticas o Inglés, pueden sentirse muy afortunados. Los que no creo que estén contentos con esta situación, serán los padres. ¿Tan raro es querer que a su hijo le dé clase de Francés un profesor de Francés y no de Ciencias Sociales, por ejemplo? ¿Se imaginan tener que ser operados de la vista por un traumatólogo o un podólogo?

Animo a los padres preocupados por esta situación a que pidan cuentas a los culpables de la misma. Aquí hay un excelente modelo de reclamación que pueden depositar en cualquier Registro de los que se indican en el mismo.

Por último, hace un par de días, Lucía Figar dijo en algún medio de comunicación que se comprometía a reforzar todos aquellos centros en los que fuera necesario más personal. Desde aquí me gustaría pedirles a los directores de los centros que soliciten insistentemente esos medios personales que sabemos que faltan en casi todos los centros, por no decir en todos. Tomémosle la palabra a la Consejera. Estaría bien, además, hacer pública esa petición a través de algún tipo de comunicado oficial de ADIMAD (Asociación de Directores de Instituto de Educación Secundaria de la CM).

La pregunta es: ¿cumpliría ese compromiso la Consejera de hacerse pública la petición? Sería cuestión de probarlo.



16 septiembre 2011

Artillería pesada, pasada de rosca


Está claro que el gobierno de la CM y la Consejería de Educación están poniendo toda la carne en el asador para intentar engañar a la opinión pública y demonizar al profesorado. Para ello cuentan con un impresionante despliegue de medios de comunicación a su servicio. Si al principio de esta situación (cuando empezamos las primeras asambleas en julio) frivolizaban, infravaloraban o simplemente ignoraban la respuesta del colectivo docente ante los salvajes recortes educativos, ahora la cosa ha cambiado. Han visto que el partido es más complicado de lo que suponían antes de salir al campo y por eso, desde hace unas semanas, están sacando la artillería pesada. Medios como Intereconomía, Telemadrid, La Razón, El Mundo, Cadena COPE, etc. atacan con demagógica virulencia (casi con obscenidad) al profesorado día tras día. Cualquier cosa vale con tal de desacreditarnos. He aquí algunas perlas pronunciadas por este batallón de estómagos agradecidos:

No veo a quién pueda importar hoy una huelga de profesores chusqueros que tienen a Gabilondo de ministro, y de escritores canónicos, a Lindo y a Millás. Cualquier compañía del Ejército está capacitada para sustituirlos, con ventaja, en diez minutos.
Ignacion Ruiz-Quintano (ABC).

Ni profesores, ni padres, ni alumnos se han preocupado por la degradación de la enseñanza pública en estos últimos 25 años, y encima que vengan los perroflautas a darnos clase de cómo dar clase es lo que faltaba.
Federico Jiménez Losantos (esRadio).

La mayoría de los interinos son semianalfabetos que no han aprobado nunca una oposición y que están puestos ahí a dedo por los sindicatos.
César Vidal (esRadio).

Es inadmisible la movilización. Ni aunque existiera un recorte de verdad. Pero es que, encima, no existe, están mintiendo.
Cristina Alberdi (Intereconomía).

¿No creéis que si hacéis una huelga por no trabajar 2 horas más vais a ser tan impopulares como los energúmenos del Metro?
Pedro J. Ramírez (director de El Mundo, a través de twitter)

Que no se contraten interinos no va a suponer una disminución de la calidad de la enseñanza. Al contrario: el titular está mucho más preparado para impartir clases que el interino. Lo que no entiendo es cómo esta medida no se ha tomado antes para evitar este gasto superfluo.
Federico Quevedo (periodista de Elconfidencial.com, en Intereconomía).

“¿Qué abnegación, tan fundamental en un profesor, demuestran estos señores encerrándose como vándalos en lugar de ponerse a trabajar por el bien de los futuros ciudadanos de España?”
Salvador Sostres (El Mundo, sobre los compañeros que llevan muchos días encerrados en Vitruvio).

Pero el que se lleva la palma esta semana es Román Cendoya. Este señor, la otra noche en el programa El gato al agua de Intereconomía, poco menos que se atrevió a incitar a los padres a que agredieran a los profesores de sus hijos por hacer huelga:



Esperanza Aguirre, con esa gracia que la caracteriza, dijo el otro día: “Los de la ceja mienten al hablar de recortes en Educación”. ¿Y los profesores también mienten, Presidenta? ¿Nos lo hemos inventado? También dijo que en las manifestaciones no hay profesores, que en realidad son liberados sindicales. O sea, que el pasado miércoles, se dieron cita 30.000 liberados sindicales por las calles de Madrid. Aún así, mucho peor es lo de Lucía Figar: “Los que convocan las manifestaciones son los mismos que agredían a los peregrinos”. Una frase más que suficiente para provocar una dimisión o un cese inmediato.

En cualquier caso, si todo es mentira, si no hay profesores en las manifestaciones, si no hay recortes en educación, si no hay decenas de miles de familias y alumnos preocupados e indignados con todo lo que está pasando… ¿Quién es y de qué demonios habla toda esta gente?:




15 septiembre 2011

Yo soy profesor



Oficialmente, ya soy un recorte. Ayer terminó mi contrato como profesor de Secundaria de la Comunidad de Madrid. No es algo nuevo, ya que me ha ocurrido durante los últimos 4 años: tras terminar mi vacante el 14 de septiembre, siempre he pasado unos días parado, hasta que empezaba el nuevo curso y las necesidades de los centros reclamaban la presencia de interinos. En total han sido cinco años al servicio de la Consejería de Educación. Cinco años de mirar las listas, de hacer cábalas, de hacer conjeturas, de invocar casi entre plegarias la suerte en los llamamientos (que no me toque el último de ese día, por favor; que no me cite la Dat más lejana; que quede alguna vacante o alguna sustitución larga cuando me llegue el turno de elegir...). Cinco años en los que la lotería de las citaciones a interinos unas veces me ha sonreído y otras me ha dado la espalda. Pero cinco años en los que, una vez en el centro, una vez que cruzas la puerta del aula y te encuentras con tus nuevos alumnos, he sido inmensamente feliz.

La diferencia de esos cursos pasados con éste es que entonces sabía que sería cuestión de eso, días; como mucho, semanas. Hoy, tras todo lo que está pasando en los centros públicos a consecuencia de la política brutal de recortes de la Consejería, no tengo claro cuándo volveré a sentir esa sensación del primer día de clase a la que me refería antes. Ni siquiera sé si volveré a vivirlo otra vez. Se habla de 3200 interinos que no van a trabajar este curso. El año pasado fueron otros 2500. Pero es que, en realidad, son muchos más los que llevamos luchando años para poder dedicarnos a la profesión que amamos. El drama abarca un espectro muy amplio de situaciones. Desde el interino que lleva 10 años trabajando y pierde, de repente, no solo su sustento económico, sino el auténtico modo de vida que, en definitiva, supone su profesión. Porque, por muy raro que le pueda parecer a un político, un Licenciado en Filosofía, por ejemplo, que haya trabajando 7 años dando clase en centros públicos, es un profesor, aunque sea interino. Eso es lo que es. Y un interino que lleve 3 años impartiendo Inglés o Alemán en la Escuela Oficial de Idiomas, también es un profesor. Y ahora, ambos, se tendrán que ir a la calle con una mano delante y otra detrás. En cualquier empresa, hasta con el contrato más temporal y basureado posible, cuando te echan, te indemnizan. Pero aquí no. Muchas gracias por los servicios prestados y adiós muy buenas. Pero es que luego están también los otros miles. Los que llevan 3 o 4 años preparando la oposición y, con un poco de suerte, han hecho alguna sustitución de unos meses que les ha multiplicado por 10 su ilusión de dedicarse a la Enseñanza. O los que no han podido "debutar" aún y sueñan con ello. Lo sentimos, hay crisis. Búsquense ustedes otra vida. Cierren la puerta al salir.

Y hay más. Hay otra parte aún que está sufriendo esta manera delirante y obscena de tratar la educación pública; son los funcionarios que quedan en los centros y que son víctimas también de esta demencial situación. Han tenido que aguantar los recortes de estos últimos años, ingeniárselas como han podido para sacar adelante sus clases con la mitad de medios y recursos que cualquier país de los llamados punteros, y ahora ven que todo ese esfuerzo se va por el retrete de unas Instrucciones de principio de curso dictadas por una Consejería que no tiene ni la más mínima idea de cómo se organiza un centro educativo (o lo que es peor: sí lo saben). Alguno dirá que estos funcionarios no tienen derecho a quejarse porque, al menos, tienen un empleo. Y es que en este país, algunos políticos (como Esperanza Aguirre) escupen este tipo de argumentos de una manera tan sucia y tan demagoga que pareciera que es un pecado tener trabajo y luchar por mejorarlo. Estos compañeros tendrán trabajo, sí, pero han sido condenados a realizarlo sin los medios mínimos que permitan ofrecer una calidad aceptable en un servicio tan importante como la Educación Pública. Es que, mire usted, la calidad educativa es cara. Cuesta 80 millones y tenemos que elegir eso o las becas. Bueno, sí, también están los 90 millones que hemos destinado a desgravaciones para los padres de los colegios privados, pero eso es intocable, por supuesto. Por ahí no pasamos. Siempre ha habido clases, entiéndanlo.

¿Quiénes son los grandes damnificados de todo esto? ¿Los profesores que nos quedamos sin trabajo? ¿Los profesores que tendrán que trabajar en peores condiciones? ¿Los licenciados opositores a los que se les echa prematuramente el telón? ¿O los alumnos a los que, para ahorrar un poquito más (estamos en crisis recuerden y la educación privada no se toca, faltaría más) este año no van a tener desdobles en Lengua, Matemáticas o idiomas? Los refuerzos y el apoyo educativo no es importante. Esas horas sobran. O mejor no, mejor que las den empresas privadas. El Plan Refuerza, la Fundación de la familia Botín… Sale más barato y, al fin y al cabo, ¿de eso se trata, no? Algunos centros públicos van a cerrar sus bibliotecas porque no tienen personal para atenderlas. No habrá laboratorios en otros muchos, ni actividades extraescolares, ni jornadas culturales. Las revistas, los campeonatos escolares… ¿a quién le importan esas minucias? Lo que sí es importante es asegurarse de que una familia que puede permitirse el lujo de pagar 600 euros al mes en la matrícula de su hijo en un colegio de pedigrí privado se pueda desgravar, al menos, 900 euros al año. ¡Qué menos! Habrá que ayudarles un poquito y 90 millones de desgravación tampoco es una barbaridad; sobre todo si podemos "sisar" 80 por otro lado. Así equilibramos las cuentas.

El problema es que no siempre una mentira repetida mil veces se acaba convirtiendo en una verdad. El gobierno de la CM  y la Consejería, sorprendidos quizás por la impresionante unión que se ha producido entre el profesorado y entre las familias de sus alumnos, está aplicando una estrategia muy sucia para defender el mayor recorte educativo de la historia de esta comunidad. Hagamos que la gente odie a los profesores. Digamos que son unos vagos, unos irresponsables, que no quieren trabajar 2 horitas de más, que son insolidarios. Y si no es suficiente, digamos cosas peores. Que están politizados, que son violentos, que a las manifestaciones van los mismos que pegaban a los peregrinos, que ganan más del doble de lo que ganan, lo que sea. Todo vale con tal de no reconocer una evidencia tan grande como la que está ocurriendo en el 100% de los centros públicos. Solo hay que elegir uno, cualquier instituto público madrileño. Ir allí, hablar con los profesores, con los alumnos, con los padres de los alumnos y comprobar todo lo que han perdido este curso, la cantidad de recursos que les han quitado. Invito a cualquier medio de comunicación (de los objetivos o neutrales, claro) a que lo haga. ¿No hubiese sido más honesto, por lo menos, reconocer la verdad de los recortes o, mejor aún, sentarse a negociar con las fuerzas sindicales la situación para intentar paliarlos en la medida de lo posible? ¿Por qué esa falta de diálogo y negociación que caracteriza a la Consejería de Educación desde hace muchos años? ¿Es mejor que hoy, segundo día del curso ya empezado, aún queden 400 profesores funcionarios sin destino y sin que la Consejería sepa dónde colocarlos después de reducir un 15% una plantilla que ya de por sí era corta? ¿Es mejor que profesores de Francés estén impartiendo Dibujo, Licenciados en Matemáticas den Ciencias Sociales o se esté obligando a funcionarios en expectativa a aceptar impartir idiomas que jamás han estudiado? ¿Qué excelencia es esa que vende la Comunidad de Madrid cuando está desmantelando y asfixiando los recursos educativos públicos? Y repito por última vez: ¿Quiénes son los grandes perjudicados? ¿Cómo se puede cuantificar ese daño?

A pesar de esta introducción tan extensa (pido disculpas por ello), este blog no pretende ser un lugar donde se teorice demasiado; ya hay muchos otros blogs y lugares en la red que lo hacen muy bien. Tampoco quiero que sea un blog de noticias sobre la actualidad educativa porque también existen muchas webs estupendas en ese sentido. Simplemente me he propuesto, desde este rincón, denunciar la campaña de difamación y criminalización que la Comunidad de Madrid, la Consejería y sus medios afines (que son muchos, poderosos, pero muy poco originales) están llevando a cabo contra el colectivo docente de la Pública. Si ellos repiten 1000 veces sus mentiras, la solución es que nosotros expliquemos la verdad 1001 veces. Lo que está pasando en la educación pública madrileña es tan grave que ha de saberse con luz y taquígrafos. Ésa es la lección más importante que tenemos que dar este curso, ya que el futuro de nuestros alumnos depende en buena parte de ello.

Y me permito decir “nuestros alumnos” a pesar de ser un interino en paro porque, por mucho que le pese a la Consejera de Educación o a la Presidenta de Madrid, yo no soy un vago, ni soy insolidario, no me tengo por irresponsable y no he agredido jamás a un peregrino (ni a ninguna otra persona). Decía Billy Wilder que uno es lo mejor que ha hecho en su vida. Estoy de acuerdo con eso. Así que, con todos mis respetos, me permito gritar a los cuatro vientos que yo soy profesor.