22 septiembre 2011

Unidad didáctica: Instrucciones, horarios, leyes y caos


OBJETIVOS DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:
  • Demostrar que las Instrucciones de principio de curso (presentadas con nocturnidad y alevosía) por la Consejería de Educación imposibilitan el funcionamiento y la correcta organización de todos los centros de Educación Secundaria.
  • Explicar que, con los salvajes recortes en los cupos de los centros, los horarios no pueden confeccionarse sin vulnerar la normativa vigente: Orden de 29 de junio de 1994.
  • Constatar la indefensión jurídica en la que la Consejería, con estas decisiones, ha dejado a los equipos directivos y a los Inspectores de Educación.

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CONTENIDOS DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:

  • Las Instrucciones del curso 2011 - 12.
  • La normativa que regula los horarios de los centros de Secundaria.
  • Situación actual en los centros.
  • Indefensión de los equipos directivos y los inspectores.
  • Reclamaciones.

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EXPLICACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:

La intención de esta Unidad Didáctica no es otra que explicar de una forma clara y detallada cómo las Instrucciones de principio de curso enviadas por la Consejería de Educación a los centros (sin ningún tipo de negociación o aviso previo), y que suponen un recorte en los cupos de profesores de en torno al 12-15%, han llevado a los institutos a una situación caótica en la que es materialmente imposible organizar los horarios y el reparto de materias sin entrar en contradicción con la legalidad vigente. Prueba de ello es que, a día de hoy, todavía hay funcionarios de carrera sin destino y otros muchos realizando sustituciones ante la imposibilidad de encontrarles "acomodo" en ningún centro con una vacante. Prueba de ello también, es la enorme cantidad de horas afines que casi todos los profesores van a tener que realizar este curso; algunas de esas afines, impuestas a estos funcionarios en expectativa sin tener un dominio grande de la materia. Y prueba de ello, además, es que con el recorte de cupos y la generalización de la excepcionalidad que marca la ley para casos muy concretos de aumento de carga lectiva, la gran mayoría de horarios entregados a los profesores superan el límite que marca la normativa vigente, que es clarísima, por cierto.

Pero vayamos por partes. El plan de la Consejería era el siguiente:

Por una parte, deshacerse de la mayoría de contratos interinos. Dejar esta posibilidad casi exclusivamente para casos de extrema urgencia: sustituciones durante el curso ante las inevitables bajas de los funcionarios titulares. ¿Por qué contratar a un número de interinos relativamente amplio en septiembre y pagarles un curso completo? ¿Hay alguna forma de evitar eso? A alguien en la Consejería se le ocurrió la solución: aumentar las horas lectivas a la plantilla fija (ya que la ley permite esa posibilidad, siempre que se tengan en cuenta una serie de condiciones), puesto que esa carga lectiva es la que marca los cupos. Tantas horas lectivas, tantos profesores. Una simple operación matemática. Si los funcionarios se pueden repartir las horas que hacían los interinos, la cuenta sale redonda. Como eso no les daba una cifra suficiente (ya que el año pasado muchos profesores ya teníamos 19 horas lectivas), van más allá: ¿Por qué no llevar los ratios al máximo? Otra cuenta redonda: cuantos más alumnos haya en un grupo, menos profesores se necesitan. Por lo tanto, fuera desdobles, fuera refuerzos y agrupaciones flexibles para alumnos con necesidades educativas especiales. Ya casi se habían cargado las Aulas de enlace y los planes de Compensatoria, así que los números empiezan a cuadrar. Alrededor de 3000 contrataciones menos, 80 millones de euros. Como vamos a ingresar 90 millones menos por las desgravaciones que le hemos regalado a la escuela privada, justo. Una cosa por otra.

¿Qué pasa si los profesores se quejan de estos recortes? Pues, sencillo: la culpa es de la crisis. ¿Y si siguen protestando? Pues lanzamos una campaña de desprestigio y criminalización con la que no van a poder: ponen el grito en el cielo porque no quieren trabajar 2 horitas de más. Lo principal es desviar la atención del verdadero problema: se están desmantelando, poco a poco, los recursos materiales y humanos de la Educación Pública, mientras se potencia y prestigia a la Privada. Además, los profesores de ésta no protestan ni se ponen en huelga, sopena de ser despedidos, claro está.

El plan parecía perfecto. Pero tenía sus lagunillas...

La primera laguna es algo que la Consejería no esperaba: la unión de todo el profesorado, las AMPAS, los padres y los alumnos de la pública para defender el modelo de Educación que es el más plural y el más libre que existe en nuestro país. Tanta asamblea, tanta fuerza, tanta gente harta del ninguneo al profesorado, las dichosas redes sociales... Bueno, habrá que sacar toda la artillería: insultos, mentiras y difamaciones, no sólo de los medios afines al gobierno de la CM, sino de la propia Presidenta y de la Consejera de Educación. Vagos, violentos, sindicalistas, los de la ceja... Todo vale con tal de desprestigiar a los profesores. Se están convirtiendo en un molesto grano en el culo.

Pero sigamos con el orden de la unidad didáctica.

¿Qué pasa realmente con los horarios? ¿Por qué las Dats se están llenando de reclamaciones? ¿Por qué hay algunos inspectores (cada día más) que se están negando a firmarlos al considerarlos ilegales? ¿Es capaz la Consejería de Educación de obligar a los centros a realizar horarios que no se ajustan a la normativa con tal de ahorrar contratos de interinos?

Por cierto, un pequeño inciso (pero muy didáctico). Los datos que hoy ha dado la Consejera de Educación sobre la contratación de interinos del año pasado, son completamente falsos. Ha dicho que el curso pasado se contrataron 1700 interinos y que éste, a estas alturas, ya van por 783 contrataciones. Es mentira. Cualquier profesor que haya seguido las listas y los llamamientos sabe que el curso pasado fueron contratados más de 4000 profesores de enseñanza media. Y, a día de hoy, se habrán contratado alrededor de 350-400 (la mitad de los que ha dicho Lucía Figar). Y de esas contrataciones, el 90% son para jornadas parciales (media jornada, un tercio, incluso un cuarto).

¿Cómo se van a contratar a 783 interinos cuando aún hay funcionarios en expectativa sin plaza? ¿Cómo se puede permitir que este curso vaya a haber cientos de funcionarios haciendo sustituciones? Las cuentas claras, por favor. Somos recortes, pero sabemos sumar.

El problema principal de los horarios es el dichoso artículo 77 de la Orden de 29 de junio de 1994. Ahí está la madre del cordero y la horma del zapato de la Consejera. Dicho artículo dice lo siguiente:

Los Profesores de Enseñanza Secundaria y los Profesores técnicos de Formación Profesional deberán impartir un mínimo de 18 períodos lectivos semanales, pudiendo llegar excepcionalmente a 21 cuando la distribución horaria del departamento lo exija y siempre dentro del mismo. La parte del horario comprendido entre los 18 y 21 períodos lectivos se compensará con las horas complementarias establecidas por la Jefatura de estudios, a razón de dos horas complementarias por cada período lectivo.

Este artículo se creó para cubrir una posible situación excepcional dada en un Departamento. Una vez repartidas todos los periodos lectivos, si sobraba alguno, un profesor podía asumirlo con la consiguiente compensación en su horario complementario (es decir, el que dedicamos a reuniones pedagógicas, tutoriales, extraescolares, guardias, patios, bibliotecas, etc). La Consejería lo que ha hecho es utilizar esa excepción y generalizarla como una norma: todos los profesores tendrán 20 periodos lectivos (luego explicaré por qué no impuso 21 periodos).

Ese aumento lectivo, como expresa el artículo 77, debe ir acompañado de 4CHL (compensación de horario lectivo); es decir, de los 27 periodos presenciales en el centro que tiene que tener obligatoriamente (y como máximo) el horario semanal de un profesor, han de reducirse 4, hasta un total de 23. ¿Qué ocurre con esto? Que los horarios, con el cupo reducido al máximo, es imposible que cumplan esas condiciones que marca la ley. Con 3 periodos complementarios por profesor, no hay forma humana de llevar a cabo las guardias, los patios y las bibliotecas de los centros. Los tutores, además, no pueden realizar ninguna guardia (pues con la reunión de departamento, la tutoría de padres y la reunión de tutores ya completan su horario). Efectivamente, el aumento lectivo provoca un recorte de cupos y menos interinos contratados... pero provoca que falten profesores para realizar todas las labores necesarias en un centro. Además, para cuadrar esos horarios al máximo, los Departamentos han tenido que "cambiar cromos" por decirlo de una manera gráfica. Un profesor de Lengua al que le faltan 4 horas, pues se las damos de Sociales; al de Sociales le faltan 2, pues le pongo un Refuerzo; no quiero desplazar a un profesor de Francés pero le faltan 8 horas, pues que dé Filosofía... Todo vale. Da igual la calidad. Lo importante es cuadrar a 20 periodos lectivos.

Así se han confeccionado los horarios de todos los centros. "Con los cupos que nos han impuesto, es imposible cuadrar los horarios. Lo hemos hecho como hemos podido y, luego, que cada profesor reclame donde tenga que reclamar. No había otra manera de hacerlo. Nos faltan profesores". Palabras de un director de un centro madrileño.

Pero es que hay más. Alguien puede pensar que esto ha sido un error de la Consejería, que no sabían las dificultades enormes que hay a la hora de elaborar los horarios. Que no pensaron que esa generalización extrema de una situación excepcional podría provocar este caos. No es así. Lo sabían. Por eso, en julio, todos los inspectores y los directores recibieron una circular de la Consejería en la que decía claramente que para este curso 2011-12, la compensación horaria por cada lectiva que supere los 18 periodos lectivos, sería de 1CHL (y no de 2, como marca la ley). De esta forma, con 20 periodos lectivos, un profesor tendrá 5 periodos complementarios y, mal que bien, al menos se podrán realizar las guardias. Con horarios ilegales, claro. Saben perfectamente que una circular o unas Instrucciones de principio de curso no pueden contravenir una norma de rango mayor (Orden de 29 de junio de 1994). Hay, además, 5 sentencias judiciales (al menos) que avalan esta premisa.

Precisamente por esto, no han llevado a cabo la excepción completa de ese artículo. Porque alguien puede pensar: metidos ya en gastos, ¿por qué no han generalizado a 21 periodos lectivos? Así se podría recortar algo más. Pues, sencillamente, porque con 21 periodos lectivos, aún aplicando su fórmula de 21 lectivas y 3 complementarias (27 - 3CHL que, como hemos dicho, vulnera la norma) los horarios seguirían sin salir.
La prueba definitiva de que los horarios impuestos por esos cupos y esas instrucciones no son correctos, la tenemos (como decía antes) en la negativa de varios inspectores a firmarlos. Pero es que, además, ayer, en una carta dirigida a la Consejera de Educación, ADIMAD (Asociación de Directores de Instituto de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid) reflejaba su queja ante esta situacion y mostraba su indefensión jurídica al respecto, instándole a Lucía Figar a que solucionara el atrolladero en el que la Consejería ha metido a los centros, a los equipos directivos y a los inspectores. Porque, lo que está claro, es que hay una ley que cumplir y, con las actuales Instrucciones, los horarios no pueden completarse con el cupo de profesores que tienen los centros. Incluso atendiendo a esa circular a la que me refería antes (la de 1 CHL por hora lectiva) los horarios actuales no permiten cubrir convenientemente las guardias, las reuniones pedagógicas y tutoriales, los patios o, algo gravísimo, las bibliotecas; por increíble que parezca, muchos centros de Secundaria se han visto obligados a cerrar su biblioteca a los alumnos por falta de recursos humanos para atenderla.

En resumen, no se trata de no querer trabajar 2 horitas más, como siguen repitiendo la Presidenta, la Consejera y los sus medios propagandísticos. Se trata de realizar bien un trabajo y de no perjudicar a los alumnos de la Pública que, para financiar las desgravaciones de la Privada, han visto como este curso se quedan sin tutorías de calidad, sin desdobles, sin optativas, sin Aulas de enlace, sin programas de Compensación Educativa, sin refuerzos, sin laboratorios, sin actividades extraescolares y culturales, sin talleres formativos y tutoriales y, el colmo, sin bibliotecas.

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EVALUACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA:

Acudir a cualquier instituto público de la CM y preguntar a profesores, AMPAS, padres y alumnos.


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2 comentarios:

Isabel González dijo...

Yo que Espe, te contrataba de asesor. Ya tienes una seguidora más. Saludos

Anónimo dijo...

En mi instituto han unido la tutoría de padres y la de alumnos individual en una sola hora con lo que se han ahorrado una complementaria.